¿Somos lo que comemos?  

En varias ocasiones me habéis pedido un plan de alimentación y la verdad es que yo no soy nutricionista, pero puedo compartir con vosotr@s mi estilo de vida y mi alimentación.

No sólo es importante lo que comemos y cómo lo comemos, para una buena salud también cuentan nuestras emociones, pensamientos y la actitud positiva. Debemos aprender a escuchar a nuestro cuerpo, desechar lo que no nos sirve y sobre todo aprovechar lo que nos sienta bien y nos aporta beneficios. En el camino para alcanzar nuestro equilibrio nos encontraremos con amigos y enemigos de nuestro cuerpo, alimentos que nos dan energía, mejoran nuestro estado de ánimo, nuestra piel y nos hacen dormir mejor. Pero también los que nos hacen daño, nos sientan mal… y son los que definitivamente vamos a desechar.

¿Cómo influye la alimentación en el estado de ánimo? 

La alimentación diaria produce efectos directos sobre el estado de ánimo, muchos de ellos beneficiosos que nos ayudan a ser más felices o a luchar contra la ansiedad, comer sano y disfrutar con ello incrementa la autoestima personal. Una alimentación más equilibrada hará que te sientas mejor contigo mismo y mejorará tanto tu vitalidad física como mental. No puedo obviar que hay veces que comemos alimentos que no son tan saludables y los disfrutamos mucho, pero si eso se vuelve costumbre llega un momento que ya no lo disfrutarás tanto. Por eso yo siempre digo: “Prefiero cuidarme y comer sano entre semana y así disfrutar de una comida trampa o de exceso el fin de semana”.

En resumen, tener una dieta equilibrada e incluir alimentos que inducen al bienestar emocional, es una manera de mejorar tu estado de ánimo. Os voy a nombrar algunos de los que podemos consumir para lograrlo:

– Chocolate Negro

– Carne

– Pescado: especialmente el azul (atún, caballa, salmón, sardina)

– Lácteos, sobre todo el queso

– Huevos

– Frutos secos como las nueces, el cacahuete o a las almendras

– Semillas de calabaza o sésamo

– Frutas como el plátano, la papaya, el aguacate, la piña o las fresas

La explicación científica, es que estos alimentos contienen triptófano, un aminoácido que estimula la producción de serotonina. Por el contrario, la falta de ésta, se relaciona con estados de depresión, ansiedad, angustias y emociones negativas que debemos borrar totalmente de nuestra vida.

En mi búsqueda por la comida sana, saludable y rica (sabrosa) he ido aprendiendo algunas recetas, que me gustaría compartir con vosotr@s a través del blog.

Por ejemplo, uno de mis mayores descubrimientos ha sido la quinoa, un alimento que tiene muchas propiedades positivas para nuestro cuerpo, alto contenido en fibra, proteínas y libre de gluten. Suelo hacerla como guarnición de una plato de proteína tanto pescado, carne y pollo o consumirla como un único plato, a modo de ensalada.

Para cocinar la quinoa, lo hago igual que el arroz, una taza de quínoa, dos de agua.

Ensalada de quinoa:

150 gramos de quinoa

Una cebolla pequeña

Un tomate

Una zanahoria

Un pepino

Un aguacate

Cilantro/culantro fresco

Pimiento rojo o verde

Ensalada templada de Quínoa:

150 gramos de Quínoa

Una cebolla

Medio puerro

Medio calabacín

Una o dos zanahorias

Medio pimiento rojo

Un puñado de pasas sultanas

Un puñado de nueces y almendra

En ambos casos, se cuece la quinoa y luego se mezcla con los otros ingredientes, en la templada con los ingredientes rehogados y en la fría en crudos.

Hasta aquí mi primer post sobre alimentación sana y saludable, ¿te apuntas a mi estilo de vida? Únete y comparte conmigo tus recetas con el hastag #sentirsebien

Un beso fuerte, Virginia