Queridos amigos de La Agencia Secreta, a punto de comenzar la Semana Santa y en vista de este clima cambiante que tanto nos descoloca los planes y el atuendo correspondiente, no hay nada como decantarse por los placeres y caprichos más dulces para ponerle al mal tiempo buena cara.
En estos días previos a la Pascua, nuestros clientes nos llenan de peticiones relacionadas con estas ricas piezas de arte culinario, que sirven tanto para disfrutar en compañía como en solitario y que en todo caso, nos permiten perpetuar ciertas tradiciones de la forma más creativa y sabrosa posible.
¿Quien no ha sucumbido alguna vez a la compra de un huevo de chocolate o quien no lo ha comprado para otros? Si cuando éramos pequeños eran los huevos de chocolate forrados en papel de aluminio de vivos colores que veíamos en los escaparates de las pastelerías o, posteriormente los conejitos dorados de Lindt que venden hasta en los supermercados, ahora podemos disfrutar de huevos de Pascua de diseño.
Delicias para los paladares más exquisitos , que , en lugar de ser escondidos como bien dice la tradición, bien merecen ser expuestos como esculturas!.
Para nuestra clienta inglesa, un encargo de Pascua muy especial, los huevos de chocolate que ha fabricado de forma artesanal el magistral Oriol Balaguer.
En distintos sabores y texturas , rondan los 100€ la unidad. A éstos sí que da pena hincarles el diente…
Quizá ya sabéis que ofrecer huevos de Pascua es una vieja tradición que se remonta al S. IV. En aquélla época, durante la Cuaresma la Iglesia no aconsejaba consumir huevos y para dar salida a todos los que se almacenaban durante esos días, se pensó en regalarlos dentro de una cesta como un magnífico detalle, para lo cual se coloreaban y decoraban con todo mimo. También es un símbolo de fertilidad y fecundidad asociado a la llegada de la primavera tras el crudo invierno y por supuesto, a la vida.
A partir del s. XVIII con el avance de la industria chocolatera se empezaron a fabricar como producto de repostería, con distintas formas y envases.
La tradición del conejo de Pascua se debe especialmente a los teutones, según cuyas leyendas se pensaba que era el conejo el que incubaba los huevos y su portador.
Huevos, conejos o monas de chocolate que también las marcas de prestigio ofrecen bajo nuevos diseños e ingredientes. En Laduree hemos adquirido estos chocolates de distintos sabores, donde la gallina es la portadora de los huevos, como toda la vida!.
En Godiva ofrecen una cesta de Pascua compuesta por un conejo de chocolate, huevos y bombones de los de siempre. Sencilla pero exquisita, que está ya fuera de stock pero de la que hemos conseguido este ejemplar en el último momento y que quizá no salga para ningún destino porque será con la nosotros celebremos esta fecha.
En cada país, sin embargo, las tradiciones se viven bajo formas y sabores distintos. Por eso, para una familia mexicana residente en Madrid, hemos preparado una cesta especial llena de productos de su tierra. Para los mayores nada de chocolate, sino dulces como el de tamarindo o de cacahueta, los pelonetes, las enchiladas o paletas de caramelo macizo. Y para los niños, nada de conejitos sino juguetes y objetos artesanales como una hucha de cerámica, un perrito típico mexicano, yoyos, peonza y muñecos de trapo con el nombre de cada niño.
Siempre es importante vivir cada momento con intensidad, disfrutando de la peculiaridad de cada uno pero adaptándolo a nuestros gustos. Por eso, hagáis lo que hagáis estos días, llueva o haga sol, tomemos chocolates o no, que seáis muy felices y nos encontremos en este mismo sitio la próxima semana.
Se despide, La Agencia Secreta.