Queridos amigos de La Agencia Secreta, habla el cuento popular sobre un zapatero que por las noches, ayudado por unos pequeños y habilidosos duendes, fabricaba los más elegantes y primorosos zapatos. Gracias a su tesón, buen trabajo y el cariño que ponía en cada par logró hacerse con la clientela más fiel y sacar adelante su pequeño negocio.
Esta semana voy a dedicar este post a los magos de los zapatos, los que con su imaginación y artesanía crean verdaderas obras de arte, y esto sí que no es ningún cuento!
Como agente secreta me dedico a cumplir deseos de muchas Cenicientas que anhelan su zapato soñado, que saben que un buen look comienza tanto por la cabeza como por los pies (será por eso que las madres siempre insisten en que llevemos los zapatos limpios y vayamos bien peinados!).
De todas las marcas con las que trabajo y de las que adquiero pares a menudo, hoy voy a resaltar dos que considero relevantes en el honorable oficio de calzar a las mujeres, una italiana y otra francesa porque los tacones no entienden de nacionalidad.
El italiano, Gianvito Rossi, uno de los más reconocidos, incluso por la misma Carine Roitfield que fue directora de Vogue Francia y de cuya opinión bien debemos fiarnos porque precisamente no debe andar descalza. Rossi, artesano por más de 20 años, hijo del mítico zapatero Sergio Rossi, creó bajo la tutela de su padre, una marca con una personalidad que sólo logran las más grandes. Cuidadoso en la elección de los materiales y las proporciones, sus diseños son originales, cómodos y muy personales.
De cada talla sólo se fabrica un ejemplar, de ahí que muchas clientas tengan que solicitar pares a medida por la facilidad con que se agotan determinados números y modelos.
Este es uno de los casos más habituales para nosotros, conseguir esos números agotados nada más ponerse a la venta y que nuestras cenicientas quieren conseguir a toda costa.
Resalto su colección “Carbón” que utiliza la fibra de carbono desarrollada para la tecnología aerospacial y los coches de carreras como muestra de que es posible combinar feminidad y los valores tradicionales de la artesanía italiana con una pizca de creatividad.
Y el francés Roger Vivier que fue el maestro creador del styletto o zapato de tacón allá por el 1959. Roger Vivier diseñó los zapatos de la reina Isabel II en su coronación en 1953 y también para el new look de Dior y fue la primera marca que apareció junto a Christian Dior en una de sus prendas.
Como ocurre con muchas marcas, Vivier se hizo más popular gracias a su incursión en el cine. La famosa hebilla en el empeine que tan graciosamente lució Catherine Deneuve en la película Belle de Jour es uno de los modelos más solicitados y atemporales.
En estos años la marca se ha reinventado y adaptado a los nuevos tiempos , gracias a la incorporación en 2003 de Bruno Frisoni que la ha convertido en sinónimo de refinamiento y lujo.
Con él se han lanzado nuevos y deseados modelos y relanzado algunos de los más famosos como el ahora llamado “Belle Vivier”, que lucen celebridades de la talla de Uma Thurman para recibir la Legión de Honor francesa, o de la pequeña talla de Suri Cruise. Por supuesto también algunas de nuestras clientas y fans que las han recibido como regalo sorpresa por encargo de su novio.
No hace falta ser fetichista para reconocer que unos buenos tacones nos hacen sentir más “altas”, no sólo en estatura, sino en moral. Y como decía el propio Vivier, “llevar un sueño en los pies es comenzar a hacer realidad los sueños”.
Se despide hasta la próxima semana, La Agencia Secreta.