Queridos amigos, ya dedicamos nuestro primer post a los hombres que podían ser igual de caprichosos que las mujeres, pero si entonces me refería a prendas y gadgets tecnológicos, hoy quiero dedicarlo a esa necesidad tan apremiante que tienen muchos de nuestros colegas masculinos de convertirse en un ser perfecto por dentro, pero mucho más por fuera…
No voy a desvelar la identidad de ninguno de nuestros clientes porque en La Agencia Secreta somos muy secretos para nuestras cosas y nuestros casos, pero para ilustrar este post, a partir de un grupo de hombres con unas peticiones bastante parecidas, he creado un cliente “tipo” al que cariñosamente llamaré “el hombre que quería ser perfecto”
Este hombre, del que no solemos conocer su edad, ni su aspecto, y muchas veces ni su nombre porque otras personas hacen las peticiones por él, no deja de sorprendernos y de proponernos retos que harían las delicias de cualquier agente secreto.
Hasta que no recibí su primer encargo no me dí cuenta de lo atrasada que estaba en algunos sectores de primera necesidad , véase las “Barritas nutricionales”.
Estoy casi segura de que vosotros al igual que yo, os habéis quedado en las “barritas antes llamadas Biomanán”, ésas de dudoso color y dudosa textura que te comías a mediodía en la oficina pocos días antes de la operación bikini y luego compensabas con un sandwich de la máquina o una chocolatina porque no había quien aguantara los rugidos en el estómago.
Bien, pues estamos en la era de las barritas energéticas, que intuyo no son demasiado “light” porque dado los nombres y sabores de los que presumen (manteca de cacahuete, nueces con plátano o chocolate a la menta… ) ya con solo leerlos puedes sentir las calorías recorrer tu cuerpo, aunque con calorías a estos precios, cueste lo que cueste.
El hombre que quería ser perfecto es un devoto de esta marca y por él he recorrido los supermercados americanos con los ojos absolutamente perdidos en los lineales a la búsqueda de las codiciadas Zone Perfect Bars !
No penséis que las todopoderosas barritas están disponibles por doquier, cuando se dejan entrever en esas atestadas estanterías de productos multicolores, mejor no dejarlas escapar porque nunca sabes cuando te volverás a topar con ellas y es que en USA ya debe haber muchos hombres en plena operación bikini o más bien “tableta” a lo largo de todo el año.
Tanta es mi obsesión por conseguirlas y que este hombre no pase hambre que la última vez que pasé el control del aeropuerto de NY, me costó bastante convencer al agente de aduanas que revisaba mi maleta de que es posible pasar un fin de semana en la gran manzana tan solo con lo puesto y unas 300 barritas como todo equipaje.
Pero estas son las cosas que hace un agente secreto por sus clientes…
El hombre que quiere ser perfecto controla su dieta, pero también su sueño (aunque lo cierto es que con el hambre que debe pasar a mi me costaría controlar el mío y no pasarme la noche contando corderitos, pero asados!).
Para él he buscado el “MyZeo”, un dispositivo que te asegura un perfecto descanso y relajación. El MyZeo te dice cómo has dormido cada noche y cuanto, analiza tus patrones de sueño y te proporciona técnicas para controlarlo. Algo muy recomendable para levantarse de buen humor y disfrutar del nuevo día, a pesar de que ya sepas cual será el menú…
Con una alimentación equilibrada y un sueño tranquilo, sólo falta el deporte para conseguir el objetivo. El hombre que quiere ser perfecto tan pronto me sorprende escalando una montaña como practicando las yogasanas sobre una esterilla.
Lo mejor de todo es no tener que preocuparse de cargar con el equipaje porque varias veces que ha ido a la montaña me ha encargado todo el equipo completo para la ocasión. Unas viajamos con la maleta llena de Zone Perfect Bars y otros con poca cosa dentro…
Lo cierto es que la compra de este equipo de forma repetida me hace sentirme toda una experta aventurera y estoy convencida de que allá donde mi cliente lo abandone, otra persona se sentirá tan afortunada como yo de encontrárselo.
Su última pasión, el yoga, me ha hecho recapacitar sobre la importancia de contar con un buen equipo para cada deporte por muy cómodo que nos resulte nuestro chándal de poliéster… Por eso, él ha elegido una firma tan elegante en ropa deportiva como Lululemon , que de nuevo sólo se vende en USA (como si sólo allí quisieran ser perfectos…), pero como vamos bien servidos de barritas para unos cuantos meses, nos vamos a ahorrar el control de aduanas y las explicaciones y el atuendo de yoga nos llegará directo a La Agencia Secreta , a tiempo para su próxima clase.
No sé si este hombre conseguirá tener un físico perfecto o ya lo tiene y esto son solo caprichos para hacerse la vida más placentera, pero lo que tengo claro es que si yo fuese él, también contrataría mis servicios!
Se despide hasta la próxima semana, La Agencia Secreta.