Luna de miel a la italiana
“Uno no viene a Italia para encontrarse con cosas agradables -fue la réplica-; uno viene a encontrar vida. Buon giorno! Buon giorno!” Edward Morgan Forster.
El taxista napolitano ponía una y otra vez la misma versión de Tre numeri al lotto de Renato Carosone. ¡A un volumen enloquecedor! Si las ciudades de noche tienen una magia especial, Nápoles, atravesado a toda pastilla, ya ni os cuento.

Nápoles es un inmenso contenedor de iglesias. Si la fe mueve montañas, los napolitanos la utilizan para callar a los volcanes
Por supuesto el conductor y yo terminamos cantando juntos (más abajo os pongo la versión exacta) ante la mirada de terror de PITICLI, agobiado por la velocidad, por la ausencia de cinturones de seguridad, por la música y por no poder bajar las ventanillas.
Yo me lo estaba pasando en grande. Pensaba: ¡esto es una auténtica experiencia napolitana! Hasta que tuve dos grandes decepciones: primero, detecté que nos estaba llevando por la vía más corta y segundo… ¡tenía taxímetro! ¡Y en marcha!
Nápoles ya no es lo que era. La gente recicla la basura. Comparado con Barcelona no sientes que te vayan a robar en ningún momento. Su metro es una maravilla. Y lo que es peor: sí, la gente gesticula, PERO NO GRITA. Siento decíroslo, pero es así. De hecho, siempre que alguien gritaba era español. Y, si gritaba mucho, argentino. Contrastado.
Menos mal que sus museos eran caóticos y que siempre podías mirar el tráfico y sus motos con toda la familia sin casco encima (¡y mucho menos los niños!) para encontrar el esperado cliché. Ahora bien, eso de que Nápoles es la ciudad más africana de Europa… lo deben de pensar quienes no conozcan Marsella.

Muchas salas de los museos napolitanos están cerradas. O en ruinas. Lo mismo que Pompeya. Aquí me veis, disfrutando el recorrerla un miércoles de julio
Lo dicho, qué decepción. Y lo mismo si hablamos del área de la Costa Amalfitana. Un desastre: te atienden bien en los restaurantes; si te hacen esperar te regalan copas de vino; los alojamientos que reservamos fueron maravillosos…

Esto es un “Bed and Breakfast” en Anacapri. Cualquier comparación con los de otros lugares es pura coincidencia. Fantástico CALA DEL RÍO

Nuestro hotel en Nápoles: El Piazza Bellini. No se puede pedir más calidad – precio – ubicación y simpatía
Afortunadamente una tarde nos intentaron cobrar de más por unas tumbonas en la playa. ¡Aleluya! Pero duró poco la ilusión: rápidamente renegociamos el importe y nos dieron dos cervezas incluidas en el precio. Lo peor.

No os voy a enseñar nuestra foto rodeados de niños y familias por derechos de imagen, pero sí el dibujo que hice en la playa
Para rematar nuestra desdicha, pese a ir a una playa familiar (tomad nota de este pueblo: ATRANI), cuajada de lugareños, allí no había grito alguno. Silencio, sí, silencio. Qué crueldad. ¡Si Vittorio de Sica levantara la cabeza! Los niños (y algún adulto) se acercaban a mirar qué dibujábamos educadamente e incluso tuvieron la desfachatez de invitarnos a comer algo. Jamás se lo perdonaré.

Atrani, el gran descubrimiento del viaje. Básicamente el pueblo entero es lo que veis. Y ésas, las tumbonas que alquilábamos + dos cervezas y dos bocatas al paisano del bar
Por no hablar del postureo. Tú te vas a una isla como la de Capri, esperando encontrar el glamour de la Dolce Vita un poco deslucido por las hordas de turistas que van a pasar el día (hay day trippers nivel “huye de Venecia”), y que recuerdan a una batalla de Juego de Tronos… y acabas descubriendo que sí existe una vida real casi idílica en Anacapri.
Compruebas que puedes cenar en una plaza encantadora con sus habitantes, alquilar unas motos, irte a ver el atardecer al faro con una cerveza… o incluso vivir una de las experiencias más increíbles de mi vida: nadar dentro de la Gruta Azul rodeado de los del pueblo, cuando los barcos de turistas ya se han marchado. Sin palabras. No tienen corazón.

La plaza Díaz de Anacapri, un escenario fantástico para cenar inmerso en la realidad de la isla. Un consejo: L’Angolo del Gusto

Alquilamos unas motos en Anacapri y el dueño, cuando vio conducir a PITICLI me insistió: “por favor, dile que vaya despacio”. PITICLI, como buen asturiano, lleva a un piloto de carreras dentro
Para colmo de nuestros males los Dolce & Gabbana seguían nuestros pasos. Pero no sólo eso: cuando dábamos por perdido el poder localizar la calle exacta en la que se desarrollaron películas como “El Oro de Nápoles” o “Ayer, Hoy y Mañana”, dimos con ella.
Menos mal que mientras me acercaba a la misma, totalmente emocionado, llorando de mitomanía, un grupo de palomas defecó sobre mí el equivalente a un camión cisterna de excrementos. Toneladas. Sobre mi traje nuevo. Aquello sí fue de película y me devolvió a la realidad.

Éste es el tinglado que montaron los D&G. Nunca en la vida he estado, potencialmente, tan cerca de Sophia Loren

Gracias a la artista Roxy Inthebox también estuvimos cerca de las divas. Momentos después pasaban los D&G

Iba a subir una foto de nosotros bebiendo limoncello como si no hubiera un mañana pero pensé que era mejor poner ésta, que salen limones, pero monumentales. En Santa Chiara
Una vez repuesto y medio limpio, al rato, cuando intenté comprar en una tienda una figurita de Maradona (que allí tiene hasta altares) el perro que había en ella me mordió el pie. En un arrebato pensé “ahora no les compro el Maradona”, pero el precio era tan bueno que lo adquirí mientras el chucho me escrutaba altivo.
¿Creéis que alguien de la tienda se disculpó? ¡No! ¡Y menos mal! ¿De qué me hubiera podido quejar si no de Nápoles?

Tengo otra queja, o quizá un pena… ¡me quedé sin probar la famosa pizza napolitana de Sorbillo o de Michele! La que sí comimos fue la Pizza Frita de’Figliole. Una bomba

Como no perdemos una oportunidad, en la mesa de al lado, en la pizzería, se sentaron unos hongkongeses. Así que nos lanzamos a hablar con ellos y a preguntarles expresiones en cantonés que nos ayuden en nuestro próximo viaje a Hong Kong. Del cantonés a la amistad hay un pequeño paso
Viva Italia, vivan los italianos, vivan las Lunas de Miel y sobre todo… ¡los quince días de vacaciones por casarse!

A cambio explicamos a los hongkongeses cómo los habitantes de Capri nadaban en la Gruta Azul (ellos iban a ir en breve). Una experiencia imborrable
Disfrutad del verano y… ¡Sed muy felices!
Podéis chafardearme en Instagram
🙂 Grupo de Hong Kong Blues en FACEBOOK.
Tutto posto! ¡Qué maravilla de viaje!
Y que lo digas 🙂 ¡Muchos besos!
Jamás te lo perdonaré Italia… JAMÁS!!!!!!!
Jajaja. ÍDEM. ¡Besos!
Queridos HKB y Piticli: ante todo enhorabuena de nuevo por vuestra preciosa boda. Creo que no podiais haber elegido mejor sitio para vuestra luna de miel, es uno de mis destinos pendientes la costa amalfitana.
Respecto al episodio de la paloma, es un buen augurio y una senal como dijo la senora italiana de “Bajo el sol de la Toscana”.
Siento mucho la escritura pero por estos lares ademas de la dificultad de la conexion por internet, est’a el teclado como sabeis.
Desde Hanoi un gran abrazo!!
Querida familia, mil gracias por esas palabras lejanas y a la vez tan cercanas. ¡Encima era un buen augurio! Sois un AMOR. ¡Que disfrutéis enormemente!
En estos casos, me gusta decir algo poco convencional, pero sólo se me ocurre desearos mucha FELICIDAD, que
buena falta nos hace a todos.
Muchísimas gracias por tus palabras y deseos. ¡Besos y Felicidad también para ti!