Título original: “Tardes de chocolate en el Ritz”
Editorial: Planeta
Año de publicación: 2014
Valoración: Ameno
Aplaudida por la saga protagonizada por la jueza Lola Machor (Los crímenes del número primo, El expediente canaima, El último paciente del Doctor Wilson y La venganza del asesino Par), Reyes Calderón nos sorprende ahora con un libro completamente diferente a los anteriores, en el que indaga en el alma humana. Un libro que, como la autora apunta, no es de “autoayuda” sino un “antimétodo de antiayuda”, o, mejor dicho, un cuaderno de notas personales que tanto utiliza en su “vida cotidiana”.
“Es un libro que me pidió la editorial y, aunque en un principio, les dije que no era mi estilo, terminé intentándolo. Según lo iba avanzando, me dí cuenta que estaba escribiendo sobre el alma, empezando por la mía. Es algo que, en muchos modos, me ha transformado por dentro”, cuenta la autora sobre su nueva obra, Tardes de chocolate en el Ritz, titulo que muestra a una mujer muy humana y con gran sentido del humor. “Utilicé el chocolate porque, además de que lo adoro, siempre se emplea para compensar un día difícil”, añade.
Destaca también que las apariencias siempre engañan, y despeja viejos mitos como que las mujeres no pueden tener una verdadera amistad o que no existe la amistad entre hombres y mujeres. “Tengo un amante desde hace treinta años y matrimonios amigos donde es más fuerte la amistad con el hombre que con su mujer”.
Otra filosofía que nos da es cómo escribe sobre esas pequeñas cosas importantes en la vida, una cerveza con limón, una terraza al sol, una cena en familia… que consiguen sacarnos una sonrisa y recuerdan el valor de la amistad. “Siempre digo que, en la amistad, hay magia y silencios que hay que saber comprender. Yo la valoro mucho, por eso tengo pocos amigos pero sinceros”
Al comentar cómo se siente al terminar el libro dice que ha sido como un termómetro , que la ha gustado mucho la experiencia y la ha divertido más aún. Como dicen las críticas “apetece devorarla como si de una novela policiaca se tratara”. Y como final me quedo con una de sus frases: “Vivir feliz debe ser algo así como abrir más los ojos y sonriendo pícaramente robarle algunos segundos a las horas”.
Sipnosis
La noche en que se conocieron en la recepción de una embajada, nada hacía presagiar que Marta y Reyes acabarían siendo amigas. Excéntrica, adicta al lujo, con varios fracasos amorosos a sus espaldas y un marido recién estrenado, Marta no parecía tener nada en común con Reyes, una mujer volcada en su profesión y su familia. Pero el destino las unió y, contra todo pronóstico, comenzaron a reunirse el tercer jueves de cada mes en el Ritz. Entre animadas charlas y reconfortantes tazas de chocolate, sus vidas terminaron entremezclándose. Porque, sin saberlo, las dos andaban en busca de la misma felicidad.