VINO TINTO
Estos días mantengo una polémica con una compañera mía sobre el vino tinto. Ella estaba a favor de lo que había oído a un famoso nutricionista que había enfocado el consumo de vino desde el punto de vista del alcohol. Esto es incuestionable, el abuso de alcohol puede producir cardiopatía o enfermedades en el corazón, claro, pero las bondades del vino tinto son para consumos responsable y no tomar más de una copa de vino diario, como nos indica la Dieta Mediterránea.
Por supuesto que las personas que no consumen alcohol no deben iniciar ésta práctica. Pero para aquellos que nos gusta una copa de vino tinto, de vez en cuando, el Resveratrol ha demostrado que inhibe la inflamación inicial del endotelio vascular que es lo primero que ocurre para que se desencadene la enfermedad cardiovascular. Quizás esto explica la “paradoja francesa” donde se observa una baja mortalidad coronaria en la población francesa a pesar del consumo de grasa saturada de productos lácteos como mantequilla y queso o de carnes rojas y sin embargo el colesterol en sangre, es similar a la encontrada en la población de Estados Unidos y en el Norte de Europa, donde la mortalidad cardiovascular es mayor. El consumo regular y moderado de vino tinto de esta población probablemente sea la causa de esta paradoja.
Para que el consumo de alcohol sea responsable y moderado debe ser por debajo de los 30 gramos diarios, en la mujer menos, unos 20 gramos. Para hacernos una idea, una copa de vino tiene un poco más de 9,5 gramos de alcohol y la de cerveza 10.
El etanol disminuye la fracción LDL del colesterol y aumenta el HDL, disminuye la agregación plaquetaria y aumentan la fibrinólisis, disminuyendo así la hipercoaguabilidad de la sangre y por tanto los eventos trombóticos. Grandes cantidades de alcohol hacen el efecto contrario.
Parece que el vino tinto es el que ofrece mayor factor de protección, debido al contenido en polifenoles (Estilbenos y flavonoides). De los Estilbenos el Resveratrol es el más activo y está más presenta en el vino tinto.
Los bebedores excesivos o los de “fin de semana” son los que tienen mayor riesgo de mortalidad cardiovascular y enfermedad arterioesclerótica, además de padecer más frecuentemente aumento de la tensión arterial, taquiarritmias y miocardiopatía dilatada. También en ellos es más frecuente el ictus, las enfermedades hepáticas y los accidentes de tráfico.
Si nunca se ha consumido alcohol, no debemos aconsejar iniciar el consumo. Ah! y no olvidemos que el alcohol posee 7 kilocalorías por gramo de alcohol.
Querida colega, qué tesoro es el vino tinto. Además, tenemos tan buenos productos aquí…
Me ha encantado la imagen de la cocina, rodeada de amigos.
Brindo por ti, con un buen vino.
Gracias HKB! A ver si algún día te veo en mi cocina compartiendo un buen tinto y unas migas como en la foto! Un abrazo!