En la ruta de los Templarios
A dos horas y media de Gerona y muy cerca de Montpellier, encontramos uno de los pueblos más bonitos de Francia. Se trata de Le Couvertoirade, en La Meseta de Larzac.
Entramado de calles, es uno de los pueblos templarios mejor conservados de Francia. Su recinto amurallado se levantó por los Hospitalarios (Orden de Malta) durante la Guerra de los Cien Años, a mediados del siglo XV.
Los Templarios se establecieron allí mucho antes, movidos por el potencial agrícola de la comarca y para ofrecer a los cruzados un lugar donde cobijarse y abastecerse antes y después de sus largos viajes a Jerusalén. Cuando en el siglo XIV fueron disueltos, los Hermanos Hospitalarios continuaron su trabajo al servicio de los necesitados. La gran mayoría de las casas de Le Couvertoirade son de esta época.
Su castillo es mucho anterior, construido en el siglo XII por los Caballeros Templarios, en la actualidad es el único castillo templario de Francia, pero es de propiedad privada. La iglesia-fortaleza de San Cristóbal es ya de los Hermanos Hospitalarios.
Pequeñas casas de piedra y madera, plazas, escaleras y muchos detalles, para un paseo sin rumbo entre las callejuelas empedradas. Se conservan el horno medieval y un molino.
Hay varios restaurantes y tiendas de artesanía, pero la más conocida es Le Sac Du Berger, artesanía en piel para bolsos, ropa y zapatos. Mantiene la estética de su origen, como fabricantes para los pastores de la comarca.
Un lugar con mucho encanto, perfecto para parar si viajáis en coche por la Occitania. Hoy en día apenas vive nadie. Hay pequeños hoteles y casas rurales para desconectar completamente, pues al atardecer, los turistas se alejan y Le Covertoirade se queda solo para unos pocos privilegiados.
Sin duda un lugar mágico y muy especial. Para mí fue todo un descubrimiento.